1810-2010
El Bicentenario invita, propone, cuestiona. No hay aniversario sin interrogación. Mirando hacia el pasado, el ojo puede avanzar pero nunca tiene garantías para superar los obstáculos de aquello que resiste a la interpretación. Mirando hacia el futuro, la memoria lucha para dejar de ser la aliada del pasado, para poder ser ella misma la que advierta sobre el porvenir.
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